El Boyscout

Estos hijos de la verga me traen caminando por una carretera y los pendejos no se dan cuenta que me doy cuenta. En fin, ¿qué se puede esperar de estos niñitos empoderados con pistolas? No tienen ni puta idea de que fui un boyscout bien vergas.

Mañas: ¿Y eso a quién chingados le importa, Jiménez?
Boyscout: Que le valga verga. Me enorgullece decirlo, ¿y qué pedo?
Mañas: Pues que nos vale verga. 
Boyscout: Por eso no saben ni limpiarse la cola. Tú, tú y tú mañana se mueren a la verga y yo aquí me quedo hasta que se acaben todos. 

Pinche gente que se toma todo personal. Si yo digo que fui boyscout a diestra y siniestra, ¿a estos tres pendejos en qué les afecta?

Mañas: Así que el boyscout, ¿eh?
Boyscout: Simón. ¿Qué pedo?
Mañas: Nomás, que me cago de la risa. ¿Qué esos pinches ñoños no se la pasan jalándosela con sus paliacates de cagada?
Boyscout: Simón, tu jefa trae el mío para limpiarse las lágrimas. 

Ya sabía que me iba a partir la maceta, pero lo hocicón no me lo van a quitar. Ya el sabor a metal en los cachetes me vale pito. Me he descalabrado un chingo de veces cuando me caía de los árboles que trepábamos. Uno se acostumbra a los putazos.

Mañas: Ahorita vemos quién se limpia las lágrimas con qué, hijo de tu puta madre.
Terco: ¿Ya viste ese hoyo a lo lejos? Ahí cabes rebien. Es más, la hacemos tu alberquita de lágrimas, compa, así como dice la canción.
Sordo: ¿Cuál canción? 
Terco: ¿No dice eso? ¿Alberca de lágrimas?
Sordo: ¿No será mar de lágrimas? Además, ¿qué pinche canción es?
Terco: La neta ni me acuerdo. 
Mañas: Ya cállense a la verga. Sobres, sácate la ropa, pinche ñoño.  
Boyscout: Ya sabía que son reputos.
Mañas: Ya me dejaron de dar risa tus mamadas. Terco, tráete el tambo de gas de la camioneta.

A huevo. Con gasolina sí puedo jugarla. Ahorita me saco el pedernal del zapato y me la busco. Estos tres pendejos no valen verga ante un pinche boyscout bien preparado. 

Terco: ¿Dónde pongo el tambo?
Mañas: Aviéntaselo encima. Y tú no te muevas, pinche ñoño pendejo.
Ñoño: Mínimo deja me quito bien los zapatos. ¿Me querías ver encuerado, no?
Terco: ¡Jaja! Déjalo, Mañas. No se le vayan a ensuciar.
Sordo: Weyes, no mamen, si lo quemamos vamos a hacer un desvergue de humo. Mejor ya chíngatelo, Mañas.
Terco: Ah, perro desesperado, aguanta vara.

Igual y los salpico de gas ahorita que me la echen y así los 3 nos vamos a la verga. Nel, qué verga, yo no me voy, ahorita me las busco para chingármelos. Contra un boyscout estos pendejos se la pelan.

Mañas: ¿Qué traes en la mano, pinche ñoño?

Nomás el Mañas acabó de escuchar lo que dijo, porque con el riflazo todos se ensordecieron. 

Mañas: ¡CHINGADA MADRE, SORDO! ¡YO ME LO IBA A CHINGAR!
Terco: ¡No mames, Sordo, le dejaste un hoyo donde tenía el cerebro! ¡Pásate de verga!
Sordo: Ya vámonos a la chingada. Yo no sé por qué verga pierden el tiempo con este pinche ñoño. Lo mismo dejarlo vivo que muerto, sólo me lo chingo porque ya estoy hasta la verga de sus pocos huevos. El día que se chinguen a alguien del CJNG ahí sí les respeto sus mamadas, pero no mamen con esto. Se aprovechan de puro pendejo y a la hora de los vergazos se cagan. Ya, a la verga, vámonos y déjense de mamadas.
Terco: Ira, we, la neta sí cupo bien en el hoyo.

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